"No podemos cambiar el rumbo del viento, pero sí podemos ajustar las velas para llegar a un feliz destino"
La respuesta es, reconocer que podemos tener un feliz destino; es necesario realizar "ajustes" a los actuales esquemas de vida. Comprometerse desde los prestadores de servicios, incluyendo los lugareños, comunidades y sus representantes, gobierno y autoridades locales y nacionales, agencias y organizaciones, sector productivo y comercial, movimientos religiosos e instituciones sin ánimo de lucro; involucrados en un gran esfuerzo para reducir y controlar los residuos.
El sector comercial, prestadores de servicios turísticos como la hotelería, restaurantes y cafeterías, supermercados en especial, puede extender la cadena de exigencia de empaques no contaminantes a sus proveedores.
Construir alianzas entre gobierno, industriales, conservacionistas que, como misión, estén educando sobre la problemática global de los residuos marinos y submarinos, la cual, conforme hemos visto, no solo está dañando el medio ambiente sino, además amenazando la supervivencia de la humanidad es éste planeta, el único que tenemos, nuestro hogar.